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l Banco Mundial prevé una modesta recuperación de la economía
mundial, pasando de un crecimiento del 2,6% en 2014 a 3% en el año en curso. En
cambio, para la Argentina las perspectivas son negativas, ya que el organismo
calcula que el producto bruto interno habría sufrido una caída de 1,5% en el
año que acaba de concluir y espera una nueva retracción, de 0,3% para el 2015.
Los datos surgen del informe Perspectivas Económicas Mundiales de más de 140
páginas dado a conocer este martes en Washington.
El organismo multilateral sostiene que la economía argentina se
contrajo entre otros factores por el descenso en su calificación crediticia
hasta "default selectivo" como consecuencia del incumplimiento de los
pagos de los bonos de la deuda, tema que limita el acceso al mercado de
capitales y condiciona las perspectivas económicas.
También señala que, pese a las buenas
cosechas (soja), ha impactado la caída en los precios internacionales de las
materias primas. A ello agrega lo que considera "desbalances macroeconómicos" tanto en el caso argentino como en el de Venezuela.
En lo que califica
como "un revés a
la confianza", el Banco Mundial puntualiza que
en países como Argentina, Brasil, Ghana, Sudáfrica,
Tailandia y Venezuela la combinación de incertidumbre política y las tensiones
sociales y laborales combinadas con lentos progresos en la implementación de
reformas estructurales, han dañado la confianza y contribuido a la retracción
económica.
Uno de los factores que indica como un
deterioro en el clima de los negocios, son las barreras comerciales a las
importaciones que la Argentina ha venido implementando, indica el trabajo. Asimismo, señala
que el país ha deteriorado su situación fiscal en un esfuerzo por mantener el
crecimiento.
También muestra que la Argentina ha tendido a reducir sus
exportaciones a los Estados Unidos (el país con crecimiento más potente en la
actualidad) y ha incrementado su relación comercial con China, nación que sufre
un proceso de desaceleración en su actividad. Desde este punto de vista,
calcula que un punto de caída en el crecimiento chino tendría un impacto
negativo también de un punto en la economía argentina.
Un tema preocupante particularmente para Argentina es que las proyecciones señalan
que los precios de los productos básicos permanecerán bajos en 2015. Sin
embargo, la baja en el precio del petróleo debería beneficiar, entre otros
países, a Brasil, el principal socio comercial argentino.
El trabajo precisa que tres grandes economías
de Latinoamérica como son Argentina, Brasil y Venezuela están enfrentando altas tasas de inflación
en un contexto de bajo crecimiento, de donde advierte que las perspectivas
económicas de estos países corren riesgos hacia la baja.
Cabe señalar que se espera un crecimiento de
sólo 1% para el PBI de Brasil en 2015, una reducido nivel que afectará a la Argentina ya que se trata del principal
socio comercial, particularmente en lo que concierne a la exportación de
manufacturas.
Con todo, el Banco Mundial es algo más
optimista para el mediano plazo respecto de las perspectivas económicas
argentinas: espera un crecimiento de 1,6% en 2016 y de 3,1% en 2017. En este
sentido, señala que tanto Argentina como Venezuela llevarán procesos de ajustes lentos en el año en
curso, pero espera que los gobiernos lentamente retomen el control del gasto
público, reduzcan las expectativas inflacionarias y de esta forma disminuyan
las subas generalizadas de precios.
Un mundo mejor
Después de un decepcionante 2014, este año
los países en desarrollo deberían experimentar un alza en su crecimiento
gracias en parte al impulso que generan los precios del petróleo bajos, el
fortalecimiento de la economía de Estados Unidos, tasas de interés mundiales
que siguen apuntando hacia la baja y a la disminución de las contrariedades en
varios mercados grandes y emergentes, señala el informe.
El organismo multilateral calcula que el
crecimiento bordeó el 2,6% en 2014, y proyecta que la economía del mundo
crecerá 3% este año. Las naciones en desarrollo crecieron un 4,4 % en 2014 y se
espera que en 2015 bordeen el 4,8% y se fortalezcan en 5,3% y 5,4% en 2016 y
2017, respectivamente.
"En ese incierto entorno económico, los países en
desarrollo deben desplegar sus recursos de manera juiciosa para apoyar
programas sociales con un foco muy preciso y emprender reformas estructurales
que inviertan en la gente", sostuvo el
Presidente del Grupo Banco Mundial Jim Yong Kim. "También es fundamental que los países retiren los obstáculos
innecesarios a la inversión del sector privado, actor que por lejos es la
principal fuente de empleos y que puede sacar a cientos de millones de personas
de la pobreza".
El informe analiza las tendencias que se
encuentran como telón de fondo de la débil recuperación mundial. Señala que en
Estados Unidos y el Reino Unido, la actividad está tomando nuevo impulso a
medida que el mercado laboral se sana y la política monetaria sigue muy
acomodaticia. Sin embargo, considera que la recuperación ha sido más inestable
en la zona del euro y en Japón, que heredaron el retardo de la crisis
financiera.
China, por su parte, está experimentando una
desaceleración que el Banco Mundial califica de "cuidadosamente administrada" con un crecimiento lento aunque
robusto de 7,1% este año (7,4% en 2014), 7% en 2016 y 6,9% en 2017.
Riesgos
Las perspectivas siguen inclinándose hacia la
baja, según advierte el organismo, debido a cuatro factores. En primer lugar
está la persistente debilidad del comercio mundial. En segundo, la posibilidad
de que la volatilidad del mercado financiero en la forma de tasas de interés en
las principales economías aumente en diferentes momentos. En tercer lugar, el
nivel de tensión que generarán los bajos precios del petróleo en los balances
de los países productores. Por último, el cuarto es el riesgo de un período
prolongado de estancamiento o deflación en la zona del euro o en Japón.
"Lo más preocupante es que el estancamiento de la
recuperación en algunos países de ingreso alto e incluso de ingreso medio puede
ser síntoma de males estructurales más profundos", sostuvo Kaushik Basu, vicepresidente superior y economista
principal del Banco Mundial. "A
medida que el crecimiento demográfico bajó su ritmo en muchos países, el grupo
de trabajadores más jóvenes es más pequeño, poniendo presión sobre la
productividad. Pero hay luz al final del túnel. El menor precio del petróleo,
que se espera se mantendrá durante 2015, está bajando la inflación en todo el
mundo y es probable que retarde los repuntes en las tasas de interés en los
países ricos. Esto genera una oportunidad para los países importadores de
petróleo, como China e India; esperamos que el crecimiento de India llegue al
7% en 2016. Lo que es fundamental es que las naciones aprovechen esta
oportunidad para impulsar reformas fiscales y estructurales, las cuales pueden
incrementar el crecimiento a largo plazo y el desarrollo inclusivo", sotuvo.
A partir de la recuperación gradual del
mercado laboral, un menor ajuste presupuestario, menores precios de los
productos básicos y costos de financiamiento aún reducidos, se espera que el
crecimiento conjunto en los países de ingreso alto ascienda levemente al 2,2%
este año (1,8% en 2014) en 2015 y cerca de 2,3% en 2016-2017. (ver cuadro)
El Banco Mundial considera que es probable
que los flujos comerciales sigan siendo débiles en 2015. Desde la crisis
financiera global, el comercio se ha desacelerado significativamente, creciendo
menos del 4% en 2013 y 2014, muy por debajo del crecimiento promedio previo a
la crisis, el que alcanzaba 7% al año.
La desaceleración se debe en parte a la
debilidad de la demanda y a lo que parece ser una menor sensibilidad del
comercio a los cambios en la actividad mundial, concluye el análisis en el
informe. Los cambios en las cadenas de valor a nivel mundial y una composición
variable de la demanda por importaciones pueden haber contribuido a disminuir
la capacidad de respuesta del comercio ante el crecimiento.
El informe señala que el crecimiento en
América Latina y el Caribe se desaceleró notoriamente al 0,8% en 2014, pero con
avances divergentes en toda la región. El freno de la región obedece a factores
internos agravados por el menor crecimiento económico en la mayoría de los
socios comerciales y la caída mundial de los precios de los productos básicos,
causaron estragos en algunas de las economías más grandes de la región.
En cuanto a los peligros de cara al futuro,
el Banco Mundial señala dos: una desaceleración más fuerte de lo esperado en
China y una caída más pronunciada de los precios de los productos básicos
representan riesgos importantes a la baja en las perspectivas.
FUENTES: http://www.ambito.com/ - http://www.bancomundial.org/
FUENTES: http://www.ambito.com/ - http://www.bancomundial.org/
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